jueves, 30 de septiembre de 2010

giselle

CUENTOS INFANTILES


Muchas veces la correría del día a día, las prisas, la infinidad de trabajo, dentro y fuera de casa, no nos deja tiempo para nada más. Sin embargo, el relajamiento también se puede conseguir de otras maneras. Leyendo un cuento a tu hijo, por ejemplo. De esta forma, estarás potenciando su imaginación y creando lazos de afectividad entre vosotros. Y llegarás a la conclusión de que el "Érase una vez..." tiene efectos mágicos para ambos. 

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